lunes, 22 de marzo de 2010

"¿CUAL ES EL REAL PODERÍO DEL CDA 2010?"


Triunfo fácil 2-0 ante el cuadro ariqueño

“¿Cuál es el real poderío del CDA 2010?”



Ricardo Araya Maldonado
El Hincha más Hincha del CDA


Fue una victoria clara, sin mayores sobresaltos y, a ratos, derrochando buen fútbol, el debut de local de los pumas de Antofagasta, enfrentando al equipo de San Marcos de Arica.

Pese a la clara diferencia de oportunidades de gol, a favor del cuadro local, el primer tiempo concluyó sin goles, en circunstancias que Richard Olivares –notoriamente excedido de peso- malogró un lanzamiento penal, que fue atrapado como un suave caramelo por las manos del meta Caro. De verdad, fue un “penalcito”, tanto por la ejecución, como por el cobro, ya que fue producto de una jugada sin riesgo de gol y lejísimos del arco (justo adentro del vértice del área grande). Es decir, un regalo del árbitro, que sí “se comió”, otros dos, que realmente constituían lanzamientos desde los doce pasos.
Este triunfo 2-0, debió transformarse en goleada, no sólo por las ocasiones desperdiciadas en el primer tiempo, cuando Arica era puro defenderse, sino también después que el CDA, abrió el marcador a los siete minutos de la etapa final, mediante un certero cabezazo y abajo de Portillo, que el gordito arquero visitante manoteó estérilmente.

De allí para adelante la oncena albiceleste inclinó la cancha, manejó el partido a su entero antojo con olés incluidos, en un festín que fue presenciado por tres mil personas. Mucho menos de lo esperado, tanto porque el público está “en otra”, disfrutando del verano, como también por la evidente precariedad de nombres rimbombantes, en la nueva plantilla, para la temporada 2010.
De nuevo, falta un hombre neto de área; un jugador con capacidad de finiquito; hábil, veloz, mañoso y de físico apto. Nada de traer enanitos o gigantes; troncos o payasos que abandonan algún circo pobre, como sucedió la temporada anterior. Y mejor no recordar a los “goleadores” de años anteriores, que no hacían un gol, ni siquiera con el pensamiento.
De igual forma, la hinchada espera el ansiado caudillo. Ese jugador que por si mismo maneja situaciones que permiten ganar puntos; que guía a los más inexpertos y que –a menudo- sabe más que el entrenador y desecha sus erróneas instrucciones.
Dos partidos, dos triunfos. Campaña perfecta; pero llamo a la reflexión porque no es una muestra representativa del valor futbolístico de los pumas 2010, ya que se repiten varios nombres de mezquino aporte que, en general, no supieron atar ni desatar en los últimos seis partidos del torneo anterior (de 18 puntos cosecharon tan sólo tres) a las puertas del ansiado retorno al fútbol grande. Además, continúa el mismo técnico, que se caracterizó por sumar toneladas de errores, el año anterior.
Los pumas ganaron a Coquimbo de visita, elenco que lleva dos derrotas y ahora a Arica, un equipito, muy poquita cosa, que jugó con 10 más el turista Huaquipán y cuyo goleador Estay, juega con muletas.
Y los triunfos en partidos amistosos y goles magistrales en entrenamientos, tienen cero relevancia y de eso comentan quienes carecen de mejores temas de conversación.
Por eso, más allá de las halagadoras visiones futuristas de los “alaracos del micrófono” –eternos ignorantes de “saber ver el fútbol”- me preocupa que el CDA siga vegetando en un estadio, que pronto será de categoría mundial, jugando con equipos de los potreros.
Bien el defensa central Sotomayor, con personalidad y buen fútbol. Mejor aún, Erick Pino; con mucha movilidad, rápido y visión de la cancha. Ojalá se olvide definitivamente del chiche intrascendente, tan habitual en su juego y se constituya en un verdadero relojito, en el mediocampo con llegada al área rival.
También respondieron a cabalidad ambos arqueros, cuando fueron exigidos por los esporádicos ataques visitantes.
El resto, más de lo mismo. Indudablemente, que es insuficiente para ascender a primera división.

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