ANTOFAGASTINA
¡Minera Escondida,
campeón...nuevamente!
campeón...nuevamente!
Por Ricardo Araya Maldonado
Periodista
Llegar al Estadio de la población Oriente, fue como regresar a esa
época nostálgica de los años 60 del fútbol antofagastino. Tribunas atiborradas
de fervorosos hinchas y convivencia amistosa entre vecinos, donde el cuadro
Halcón del Oriente se erigía como local para enfrentar en la gran final, al
equipo de Minera Escondida.
En la banca, dos ex jugadores profesionales. El delantero puma y goleador Mario
Véner en Minera Escondida y el arquero Quemel Farías, en Halcón del Oriente.
Un sol inclemente, acompaño todas las
acciones. Un partido que en el primer tiempo no deparó mayores emociones,
excepto una que otra jugada con cierto riesgo de gol en ambos arcos, con un
claro predominio del elenco minero instalándose en terreno rival, pero la
tónica primordial fueron las acciones rudas por ambas oncenas; intentos de
conatos y abundante diálogo áspero, que afortunadamente no pasó a mayores.
En el segundo tiempo, Minera Escondida, nuevamente inclinó la cancha a
su favor, pero fue el elenco Halconino quien sorpresivamente abrió el marcador,
con un lanzamiento penal, producto de sucesivas jugadas con el balón rondando
la línea de gol.
La explosión de algarabía, incluyendo fuegos de artificio, inundó el
remozado Estadio. En ausencia de mejor fútbol, era cosa de aguantar el
resultado, de hacer tiempo, de recurrir a las consabidas artimañas y al cabo de
20 minutos el longevo Halcón del Oriente, atraparía una nueva estrella, que le
ha sido tan esquiva durante muchísimas temporadas.
No fue así; una torpe expulsión del delantero y moreno jugador, en un
intento de agresión a un rival, muy cerca del árbitro; la mayor jerarquía
futbolística de Minera Escondida y una desafortunada acción del arquero local,
al soltársele el balón de las manos entre un borbollón de jugadores, terminó
con la ilusión de los Halcones verdes, cuando restaban siete minutos para que
finalizara el partido. El estupor y desconsuelo invadió a sus hinchas que ya
entonaban el tradicional cántico “dale campeón, dale campeón”, obligando a
jugar dos tiempos suplementario para definir al monarca de la temporada 2015.
Aquel postrero gol, causó un duro golpe anímico, quedando a merced del
rival. Además el cansancio hizo estragos; jugar con 10 players es una enorme
desventaja; cambios que no surtieron efectos y no contar con un jugador
desequilibrante, impidieron coronar su anhelado sueño.
Ni siquiera alcanzaron a aferrarse a la opción de los lanzamientos
penales, porque tempranamente, durante el primer tiempo de alargue, Minera
Escondida estiró las cifras y aseguró la Copa de Campeón, que retornaba por
enésima vez a sus vitrinas, continuando con la hegemonía en el fútbol
antofagastino.
Lo demás, fue de yapa. Otro jugador local expulsado, debido a su
ofuscación e impotencia en una jugada intrascendente.
Más por instinto que por fútbol y desordenadamente, los nueve jugadores
Halconinos invadieron el terreno adversario y, como siempre sucede, quedaron
expuestos a su majestad el contragolpe, cayendo su valla por tercera vez, ante
el estallido de júbilo de un puñado de hinchas del equipo minero.
Minera Escondida, se coronó como un legítimo campeón, sin incidencia
referil en su logro, salvo los normales errores, aunque algunos gritos
destemplados de ciertos hinchas halconinos vociferaban en contra.
Una fiesta deportiva del fútbol amateur, que concentró en sus graderías
más de tres mil espectadores, acaparando el interés por sobre el equipo
profesional de Deportes Antofagasta, que juega ante la esmirriada presencia de
familiares diversos y uno que otro fanático empedernido.
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