lunes, 29 de marzo de 2010

DEPORTES ANTOFAGASTA 4 - COQUIMBO 1

El comenzar antes que todos la pre-temporada  sin dudas está rindiendo sus frutos.

¡SI NO FUISTE AL ESTADIO, TE PERDISTE CUATRO JOYITAS!



Inobjetable triunfo 4-1 consiguieron los pumas jugando de local frente a Coquimbo, en una contundente demostración de buen fútbol, continuando como punteros del torneo, en el inicio de la segunda rueda.

Ricardo Araya Maldonado

Lo dijimos antes que todos: Méndez está para grandes cosas

El Hincha más Hincha del CDA

De seguro que los goles que convirtió Antofagasta frente a Coquimbo, deberían estar en el ranking de las mejores conquistas de la fecha. Todos de tan impecable factura que al final es un asunto de preferencias para ubicar en el primer lugar, una u otra de aquellas magníficas conquistas.

Yo me quedo con ese soberbio zapatazo desde fuera del área que se mandó el argentino Méndez, clavándolo en el vértice superior del arco, donde no llega ningún arquero y mucho menos Santilli, el discretito portero del cuadro pirata.

Fue el tanto del empate y debo confesar que me perdí el gol visitante, justo cuando venía subiendo las escaleras de la tribuna; el árbitro recién salía del camarín y los jugadores iban a saludarse, en ese ritual ultra fome impuesto por algún funcionario administrativo de la FIFA.

Al igual que frente a Curicó, en desventaja, los primeros diez minutos fueron para el rival y ya pasado el asombro del gol de camarín, Erick Pino y Fernando Méndez, comenzaron a hilvanar jugadas llenas de fútbol, mientras el equipo del alicaído Sulantay repartía leña a diestra y siniestra, ante la complacencia de un juez santiaguino, que entre otras cosas se comió un penal más grande que el Estadio Regional y su cometido fue tan cuestionable, que me hizo recordar aquellas vergonzosas jornadas de antaño, cuando el árbitro y los jugadores visitantes llegaban tomados de la mano y muertos de la risa, al mismo hotel.

Ese golazo de Méndez puso las cosas en su lugar, ante la algarabía desbordante del público, que simpatizó con este argentino desde su debut, puesto que derrocha talento y entrega física por toneladas, como exige la hinchada local y que de seguir así, se transformará en aquel ídolo regalón, que hace tanto tanto tiempo no aparece por la avenida Angamos.

Luego vino esa otra joyita, esta vez por obra de Erick Pino, que con impecable tiro libre, puso el balón en el otro vértice, como los que saben. Eran los gramos que le faltaban a este player para alcanzar su plena consolidación futbolística con la camiseta albiceleste.

En la segunda etapa, los pumas jugaron a placer, después del tempranero gol de antología, procedente del clásico desborde por la banda derecha, el centro a la medida y el impecable cabezazo de Richard Olivares para corroborar el alza en su juego y traer la tranquilidad, en medio de olés, gambetas cortas y otros chiches, -más propios de un entrenamiento del día jueves que de un partido oficial-, frente a la desesperación de los hombres de la cuarta región, que entre tantos hachazos y manotazos diversos, quedaron con 10 hombres.

A los pocos minutos, el juez aplicó la “ley de las compensaciones”, expulsando al defensa Sotomayor en una jugada fuerte, pero disputando el balón en mitad de la cancha sin ningún riesgo de gol, mientras dejaba sin sanción otras peores, a raíz de la impotencia amarilla, al verse superados en todos los sectores del campo de juego.

A partir de allí, quedaron más espacios a disposición de los locales y con el encuentro ya definido, vino la cuarta estocada con la impecable ejecución de Miño, para culminar una tarde redonda “a todo CDA”.

Enseguida, con los tres puntos en el bolsillo, el partido se apichangó aún más, perdiéndose goles cantados por falta de un finiquitador.

Tempranamente, cuando el ganador quedó definido, era la ocasión propicia para el ingreso de gente joven y goleadores del fútbol amateur para hacerse millonarios con los coquimbanos entregados a su suerte, que por allí llegaron con dos tiros en los postes, pero cuando el partido estaba liquidado.

Ronald González, un "chiquilín"  con mucha historia, en rendimiento y goles.

Tanto fue la chacota y el desconcierto de la banca visitante, que ingresó el abuelito Marcelo Corrales, que en los escasos balones que recibió, desparramaba polillas, óxidos y otros desechos, tan propios de un jugador acabado, luciendo una cervecera y poco envidiable ponchera.

Al final, todos felices y lo más agradable –y también muy sorprendente- fue que estas dos últimas victorias han sido fáciles y casi “sin moverse del escritorio”, a diferencia de otras (la gran mayoría), en que se terminaba pidiendo agüita e implorando la hora.

lunes, 22 de marzo de 2010

“Marcoleta: Trajiste puros troncos”

Luis Godoy. Fue un mero espectador (Fotografía de archivo)

Ricardo Araya Maldonado

El Hincha más Hincha del CDA



Una cómoda victoria 2-1 y sin despeinarse consiguieron los pumas de local, ante los huasitos de Curicó, que marchaban punteros e invictos, con una excelente actuación del jugador Méndez y Erick Pino.


Las buenas figuras del encuentro: Richard Olivares, Fernando Méndez, Erick Pino (Fotografías de archivo)



El triunfo 2-1 de los pumas ante Curicó fue claro y tranquilo, pero fundamentalmente mezquino, ya que durante todo el encuentro el cuadro local inclinó la cancha a su favor y los huasitos sureños no fueron rival de riesgo, salvo una jugada de real peligro en el primer tiempo, sin contar el regalo de la defensa antofagastina, que quiso salir jugando y en un pase cortito y desmedido, fue interceptado por un atacante curicano, quien habilitó a su compañero Brizuela, decretando la apertura del marcador, al cumplirse el primer cuarto de hora,


Quienes se desacomodaron en sus asientos, pensando que sería otra tarde de sufrimiento –tan habituales y repetidas bajo la conducción de Ibarra- muy pronto volvieron a sonreír, no sólo porque la paridad llegó seis minutos después, con un soberbio disparo de Richard Olivares y débil resistencia de las manos del portero Santelices, sino porque la oncena visitante era un puntero de mentira, con abundancia de “troncos”, -esos con mayúsculas-, donde sobresalía Segovia “el jefe de todos los troncos del fútbol chileno”, que alguna vez vistió la camiseta puma, por obra y gracia de la ignorancia fútbolística de algún dirigente antofagastino.

Es un verdadero misterio dilucidar, con que argumentos este equipito marchaba puntero e invicto en cinco fechas.

En el segundo tiempo, el ingreso del argentino Méndez, desniveló aún más el predominio albiceleste y además, se dio un verdadero festín por la banda derecha, en compañía de Erick Pino, que lentamente está consolidándose como ese gran jugador, que peligrosamente se quedaba en promesa, al mismo tiempo que Richard Olivares subía su nivel, pero todavía lejos de la campaña anterior.

Del “Parque de diversiones” de Méndez, se gestó la segunda conquista puma, a través de González, de buen derroche y ganas, pero debe perfeccionar su tendencia a hacer una jugada de más.

Mientras tanto, a los dirigidos de Marcoleta, les faltaban manos y pies para seguir golpeando, ante la evidente inferioridad en el juego, a vista y paciencia del juez, que no sacaba tarjetas amarillas. Y, obviamente, ante la ausencia del caudillo que pide a gritos el cuadro local, para intervenir y reclamar la pasividad referil.

Claro que tampoco, nadie se atrevería a afirmar que el CDA fue un vendaval – eso sería propio de algún tropical “alaraco del micrófono”- porque a este equipo le falta (y lo he repetido hasta la saciedad) ese “instinto asesino” para liquidar el partido, en vez de esos toquecitos laterales y “sobradores”, que generan “olés” tibiecitos, sin ton ni son.

Desgraciadamente, ese hombre de área, con pergaminos y mañoso, no está en la plantilla puma, así que deberemos conformarnos con triunfos apretaditos, ante cuadros humildes como el equipito de la séptima región, o bien angustiosos, si llega algún delantero relevante, que inquiete al fondo antofagastino, que careció de dificultades extremas y el meta Godoy, fue un privilegiado espectador.

Esta victoria que lo sitúa nuevamente al tope de la tabla, alcanzó para ilusionar a la fiel hinchada antofagastina con el retorno a primera división, pero con la debida cordura, ya que se trata de un torneo largo y apto para planteles con jugadores avezados y entrenadores cazurros.

Es allí donde reside la gran incógnita del futuro desempeño local.

"¿CUAL ES EL REAL PODERÍO DEL CDA 2010?"


Triunfo fácil 2-0 ante el cuadro ariqueño

“¿Cuál es el real poderío del CDA 2010?”



Ricardo Araya Maldonado
El Hincha más Hincha del CDA


Fue una victoria clara, sin mayores sobresaltos y, a ratos, derrochando buen fútbol, el debut de local de los pumas de Antofagasta, enfrentando al equipo de San Marcos de Arica.

Pese a la clara diferencia de oportunidades de gol, a favor del cuadro local, el primer tiempo concluyó sin goles, en circunstancias que Richard Olivares –notoriamente excedido de peso- malogró un lanzamiento penal, que fue atrapado como un suave caramelo por las manos del meta Caro. De verdad, fue un “penalcito”, tanto por la ejecución, como por el cobro, ya que fue producto de una jugada sin riesgo de gol y lejísimos del arco (justo adentro del vértice del área grande). Es decir, un regalo del árbitro, que sí “se comió”, otros dos, que realmente constituían lanzamientos desde los doce pasos.
Este triunfo 2-0, debió transformarse en goleada, no sólo por las ocasiones desperdiciadas en el primer tiempo, cuando Arica era puro defenderse, sino también después que el CDA, abrió el marcador a los siete minutos de la etapa final, mediante un certero cabezazo y abajo de Portillo, que el gordito arquero visitante manoteó estérilmente.

De allí para adelante la oncena albiceleste inclinó la cancha, manejó el partido a su entero antojo con olés incluidos, en un festín que fue presenciado por tres mil personas. Mucho menos de lo esperado, tanto porque el público está “en otra”, disfrutando del verano, como también por la evidente precariedad de nombres rimbombantes, en la nueva plantilla, para la temporada 2010.
De nuevo, falta un hombre neto de área; un jugador con capacidad de finiquito; hábil, veloz, mañoso y de físico apto. Nada de traer enanitos o gigantes; troncos o payasos que abandonan algún circo pobre, como sucedió la temporada anterior. Y mejor no recordar a los “goleadores” de años anteriores, que no hacían un gol, ni siquiera con el pensamiento.
De igual forma, la hinchada espera el ansiado caudillo. Ese jugador que por si mismo maneja situaciones que permiten ganar puntos; que guía a los más inexpertos y que –a menudo- sabe más que el entrenador y desecha sus erróneas instrucciones.
Dos partidos, dos triunfos. Campaña perfecta; pero llamo a la reflexión porque no es una muestra representativa del valor futbolístico de los pumas 2010, ya que se repiten varios nombres de mezquino aporte que, en general, no supieron atar ni desatar en los últimos seis partidos del torneo anterior (de 18 puntos cosecharon tan sólo tres) a las puertas del ansiado retorno al fútbol grande. Además, continúa el mismo técnico, que se caracterizó por sumar toneladas de errores, el año anterior.
Los pumas ganaron a Coquimbo de visita, elenco que lleva dos derrotas y ahora a Arica, un equipito, muy poquita cosa, que jugó con 10 más el turista Huaquipán y cuyo goleador Estay, juega con muletas.
Y los triunfos en partidos amistosos y goles magistrales en entrenamientos, tienen cero relevancia y de eso comentan quienes carecen de mejores temas de conversación.
Por eso, más allá de las halagadoras visiones futuristas de los “alaracos del micrófono” –eternos ignorantes de “saber ver el fútbol”- me preocupa que el CDA siga vegetando en un estadio, que pronto será de categoría mundial, jugando con equipos de los potreros.
Bien el defensa central Sotomayor, con personalidad y buen fútbol. Mejor aún, Erick Pino; con mucha movilidad, rápido y visión de la cancha. Ojalá se olvide definitivamente del chiche intrascendente, tan habitual en su juego y se constituya en un verdadero relojito, en el mediocampo con llegada al área rival.
También respondieron a cabalidad ambos arqueros, cuando fueron exigidos por los esporádicos ataques visitantes.
El resto, más de lo mismo. Indudablemente, que es insuficiente para ascender a primera división.